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Descripción

Sulfato de Aluminio - 1 Kilogramo

¿Para qué sirve el sulfato de aluminio?

Es uno de los elementos más empleados en las labores de mantenimiento de una piscina y su acción higienizante es tremendamente potente. Su uso está muy extendido precisamente por ser extremadamente eficaz cuando entra en contacto con el agua, gracias a un proceso conocido como coagulación.

El sulfato de aluminio lo que hace es neutralizar la carga de los coloides presentes en el agua y produce su precipitación. ¿Por qué es tan útil esto en la práctica? Porque es una manera de solidificar los residuos, haciendo que estos se queden en el fondo del agua, separando los residuos del resto del agua limpia.

Esto permite retirar la suciedad con una facilidad mucho mayor, al depositarse en el fondo y permitir que se pueda separar toda la suciedad acumulada en el agua en poco tiempo. Y es que, cuando el pH del agua es mayor a 7, el aluminio se precipita al fondo de la piscina, arrastrando la suciedad y haciendo que el agua vuelva a verse transparente.

Ahora bien, es importante ajustar las dosis que se usen de sulfato de aluminio para limpiar las piscinas. Una cantidad demasiado baja hará ineficaz este compuesto, mientras que si echamos demasiado quedarán restos de este elemento en el agua .

Normalmente, el uso de sulfato de aluminio en piscinas está muy generalizado, pero no siempre se echa la misma dosis de compuesto. Y es que no solo dependerá de la capacidad de la piscina, sino del estado del agua y de la cantidad de suciedad que contenga.

Una buena manera de determinar qué clase de elementos contiene es fijarse en el color del agua. Si el agua presenta una coloración verdosa o amarillenta, lo más normal es que tenga algas o materia orgánica en suspensión. Por lo general, en estos casos se echa un kilo de sulfato de aluminio por cada 100 metros cúbicos de agua.

Si el agua presenta una coloración negruzca o similar a un tono café, es probable que presente cantidades excesivas de manganeso o hierro. En estos casos, hay que aplicar 10 gramos por cada metro cúbico de agua.

Y, si el agua está turbia, únicamente habría que espolvorear 10 gramos de sulfato de aluminio por cada metro cúbico de agua, y esperar unas dos horas hasta que toda la suciedad quede depositada en el fondo.